Antes de acabar 2019, Twitter comenzó a eliminar millones de cuentas inactivas. Instagram, por su parte, ha dejado de mostrar los ‘likes’. Lo ha hecho para proteger a sus usuarios y responder a las críticas y el creciente número de personas que hablan de los efectos perniciosos de estos canales.

La Gen Z, de hecho, ya hace tiempo que juega con -o ha hecho efectiva- la idea de abandonar algunas de las redes sociales más populares. En 2017, el 63% de los estudiantes británicos aseguraba que preferiría que las redes sociales nunca hubieran existido. Y no son los únicos, también algunas marcas como Lush han decidido ya abandonar este entorno.

Quienes salen de ellas, se escudan en la falta de confianza o en la necesidad de proteger su privacidad o dejar de vivir en una carrera absurda por la popularidad. Pero ¿estamos realmente ante el fin de las redes sociales como algunos expertos vaticinan? ¿Nunca más habrá una red social tan poderosa como Facebook? ¿O estamos sólo ante el final de la Era de Facebook? Y ¿qué pasaría si desaparecieran de verdad? ¿Se extinguirán para siempre o simplemente serán sustituidas por otras?